Venga, hoy vamos a hablar de un clásico en el cine lésbico. Una historia de amor, una comedia, un grito a la libertad individual que nos llena nuestros corazoncitos de luz y alegría.
Piper Perabo (Lost & Delirious) se une a Lena Headey (Terminator: Sarah Chronicles) en esta cinta para enseñarnos que a veces sólo una mirada puede cambiar tu vida.
Rachel está entusiasmada con su boda, al fin se casa con el hombre de sus sueños, su mejor amigo, aquél que siempre ha estado a su lado en los momentos buenos y malos. De camino al altar su mirada se cruza con la de Luce, la chica que se encargaba de arreglar las flores del evento. Éste será el comienzo de algo sorprendente. ¿Qué ocurre en la cabeza de Rachel? En el instante en que vuelve a girar la cabeza hacia Heck, su futuro esposo, se la ve algo confundida. ¿Ha habido un click?
La ceremonia sigue sin más incidentes, Heck y Rachel por fin están casados y ahora sólo les
queda disfrutar del banquete y la fiesta posteriores. Pero de repente aparece de nuevo Luce, saludando de manera formal a la novia, que al parecer está teniendo problemas porque ya ha perdido el anillo dentro del ponche (¿será una premonición? =D - seguro que lo pensásteis todas, no mintáis xD). La florista ayuda a Rachel al tiempo que puede estrecharle la mano a un gilip***as compañero de curro del novio (- y pringársela. ¡Ole Luce!).
Tras la boda, Rachel no puede dejar de pensar en Luce. Según sus propias palabras, hubo una conexión extraña, como si ya se hubieran conocido en otra vida, y cree que eso debe significar algo, así que decide invitar a Luce a cenar a su casa como agradecimiento por las flores (sí, ya, claro), con su marido y el mejor amigo de éste, Cooper, que ya había intentado asaltar a la muchacha (sin éxito, nosotras te entendemos Luce <3).
Sin embargo, la cena no transcurre como se esperaba. La primera sorpresa se la lleva Heck, al oír de boca de Luce: "I'm gay". A lo que Heck contesta: "Hehehe... Oh. Lovely... Well done!" (cosa que me pareció encantadoramente tronchante xD).
Tras ese momento de gloria que me hace amar la actuación de Matthew Goode a cada instante, nos encontramos con una cena un tanto incómoda. Rachel no hace más que intentar juntar a Cooper y Luce lanzando indirectas todo el tiempo mientras Heck no sabe dónde meterse, y Luce se lo toma con humor. Pero en un momento dado la alegría se torna tensión cuando las dos mujeres empiezan a discutir a qué sabe el amor de verdad (no parece que estén muy de acuerdo). Luce - y aquí viene el click del principio - afirma que el amor puede aparecer con sólo una mirada, cuando eres capaz de ver, en un segundo, el alma de la otra persona (Rach, en serio, tirátela ya o lo hago yo).
Un rato más tarde, mientras Luce está disfrutando de las vistas que le proporciona el edificio de los recién casados, Heck está intentando explicarle a Cooper que no tiene nada que hacer con la florista.
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Poco más ocurre en esta velada, así que por ahora vamos a dejar este análisis en el aire y seguiremos en otra entrada. Disfrutad del primer cuarto de la película :)
